¿Qué más pides?
Supongo que después de estar tanto tiempo confinados/as, estabais deseando que llegase el verano y hasta las vacaciones. Volver a ver a l@s amig@s, a la familia, viajar, hacer lo que no podíamos hacer antes y ni siquiera sabíamos que lo queríamos hacer; observar lo que nos rodea con otros ojos, pensarnos diferentes…
Recuerdo la primera vez que salí de casa, sin contar ir al supermercado, claro. ¡Ni yo misma me lo creía, fue como ver por primera vez el mar, se me llenaron los pulmones de tanta vida!
Ahora sí que respiramos, porque somos conscientes, ahora sí, que nuestro plan favorito es seguir viviendo.
Y aún hay tantas cosas qué hacer; ir al río, cortarse el pelo, comer helados, visitar el pueblo, pasear con tu perro, jugar con l@s niñ@s y como niñ@s, reírse de todo, (hasta de tu culo blanco), tomar una caña, saborear un café con hielo, ver la puesta de sol en el Atlántico, disfrutar de la naturaleza, perder una chancleta, olvidarse el bikini y los complejos, descansar mucho, dormir bien, tirar la toalla (¡solo en la playa!), mantener el tipín comiendo mejillones, bailar descalz@s, darnos un chapuzón inmenso, tomar gazpacho, salir en bicicleta, ponerte la piel cangrejo en la arena, el olor a crema y a aceite, las fanecas y medusas, las noches estrelladas, que te chupen los mosquitos…que sí, lo sé, lo sabes, ¡Necesitamos tanto este verano!
Y es así, este verano no nos lo quita nada, no lo olvida nadie. Lo hemos pasado mal y nos merecemos un verano lleno de detalles felices.
¿Qué le pides?
A este verano yo no le pido nada, salvo estar aquí…
¡Disfrutad de vuestro verano!
María Q.S.