Me gustaría comenzar este artículo, querido lector, hablando de la programación neurolingüística (PNL). Otra de las cuestiones que nos ha demostrado ciencia de la psicología es que el lenguaje condiciona el pensamiento. Sí, puede parecer extraño a algunos, incluso se puede tildar de minucia, pero los resultados están ahí.
¿Y qué quiere decir esto de que el lenguaje condiciona el pensamiento? No es ni más ni menos que nuestra forma de hablar condiciona nuestra forma de pensar. Voy a poner un ejemplo utilizando para ello el encabezamiento de este artículo: ¡Si me pasa a mí esto me muero!… mmm ¿En serio?, yo creo que no te vas a morir por eso, ni mucho menos.
Pero el problema es que ante la situación imaginada estamos generando una indefensión ante tal suceso. Estamos predisponiéndonos para no superarlo. El resultado no se presenta muy prometedor ¿no creen?
Vamos con otro ejemplo: aquí nos sirve cualquier frase que lleve incluido no puedo… ¿En serio? ¿Seguro? ¿Lo has intentado? ¿Te ha salido mal? ¿Has probado a hacerlo de diferentes formas? ¿Has pedido información acerca de cómo podrías lograrlo?… Podría estar un rato más haciendo preguntas al respecto, creo que no es necesario. Me gustaría que usted mismo responda tranquilamente a estas preguntas e intente sacar una conclusión al respecto, es probable que le sorprenda gratamente.
Tan sólo un ejemplo más: es imposible… Aquí me harían falta bastantes hojas para resumir todo lo que nosotros, los humanos, hemos conseguido hacer y supuestamente era imposible. Creo que hay cosas difíciles de hacer, muy difíciles. La palabra imposible se me escapa un poco, quizá estaría bien que recapacitáramos acerca de ella.
Esto es sólo un pequeño ejemplo de las formas en las que día a día nos autolimitamos de forma totalmente inconsciente. Recuerdo frases que siempre he considerado muy útiles para cualquiera de nosotros y una de ellas encaja perfectamente en estas letras: Cambia tus palabras, cambia tu mundo.
Voy a terminar con otra frase que me ha impactado desde la primera vez que la leí, hace ya unos pocos años, escrita en un muro: no sabía que era imposible, por eso lo hizo.