La ansiedad está a la orden del día y en boca de todos, especialmente después de una experiencia global con consecuencias a escala internacional como ha sido la pandemia por COVID-19, que nos ha mantenido en condiciones de aislamiento y ha afectado enormemente la salud mental de los españoles, haciendo que trastornos como la ansiedad se pongan por fin sobre la mesa y sean abordados con la urgencia e importancia que merecen.
No obstante, cabe preguntarse si cuando hablamos de ansiedad nos estamos refiriendo siempre a lo mismo. En realidad, existen diferentes grados y trastornos asociados a ella, con sintomatología diferencial y distintos tipos de tratamientos recomendados. Sobre todo ello queremos hablaros hoy en Tear, gabinete de psicología, logopedia y nutrición en Vigo. No todos los tipos de ansiedad ni los trastornos de ansiedad son iguales. Veremos por qué.
El trastorno de ansiedad generalizada
El cuadro clínico más agudo, con una mayor presencia de síntomas y, muy probablemente, al que más a menudo se refiere la palabra “ansiedad” cuando nos referimos a una patología que condiciona notablemente nuestro día a día es el trastorno de ansiedad generalizada.
Una preocupación excesiva que acompaña a la persona que lo sufre durante todo el día o la mayor parte de la jornada, de forma permanente y constante a lo largo del tiempo. La sintomatología es variable, pero puede incluir taquicardias, insomnio, problemas de concentración, diarrea, amnesia, irritabilidad, cefaleas y tensión muscular, entre otras señales.
Ataques de pánico
Son episodios puntuales y muy agudos, que pueden acompañar un trastorno de ansiedad generalizada o presentarse en solitario.
Durante un ataque de pánico la sensación repentina que invade a la persona que lo sufre es la de un terror desencadenado por la percepción subjetiva de un peligro inminente, aunque no exista ningún peligro real. El cuadro clínico se manifiesta con síntomas físicos agudos: aumento del ritmo cardíaco, dificultad para respirar, hiperventilación, dolor de estómago o dolor agudo en el pecho, son algunos de los más característicos, si bien el sudor, la sensación de debilidad o entumecimiento del cuerpo, así como los escalofríos son otros que pueden aparecer también.
Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
Un trastorno ansioso que se extiende en el tiempo pero que tiene su origen en un episodio puntual, de carácter traumático. Habitual en las víctimas de abuso físico o sexual, en las personas que asisten a una catástrofe natural, a un accidente grave o a una guerra. Este trastorno puede causar recuerdos involuntarios, insomnio y/o pesadillas, arrebatos de ira y sentimientos de soledad.
Déjate ayudar por profesionales
En todos estos casos, se vuelven imprescindible pedir cita en Tear con tu terapeuta de confianza en Vigo para una atención personalizada con la que recibir el tratamiento adecuado en cada caso.