Las Habilidades sociales son conductas que se manifiestan en situaciones interpersonales; estas conductas son aprendidas, y por tanto pueden ser enseñadas. Estas conductas se orientan a la obtención de distintos tipos de objetivos, como pueden ser objetivos materiales (por ejemplos ser elegido en una entrevista de empleo); objetivos sociales (por ejemplo mejorar las relaciones sociales o el círculo de amistades, relaciones sociales, éstas que pueden ser reforzantes en sí mismas); autorrefuerzo (por ejemplo felicitarse a sí mismo, o hacer algo que a uno le agrada, lo cual aumenta la autoestima de la propia persona).
Las habilidades sociales comprenden tanto habilidades conductuales (por ejemplo saber resumir lo que hasta ese momento ha dicho la otra persona), como cognitivas (por ejemplo saber cuándo y cómo se hace ese resumen) y fisiológicas (mostrar la correspondiente emoción, por ejemplo no alarmarse por lo que está escuchando). Las conductas a su vez comprenden un amplio conjunto de elementos conductuales (comunicación verbal y no verbal). La exhibición final de una determinada habilidad social implica la combinación adecuada de todos sus componentes y elementos.
La habilidad social podría ser definida como “la capacidad de ejecutar aquellas conductas aprendidas que cubren nuestras necesidades de comunicación interpersonal y/o responden a las exigencias y demandas de las situaciones de forma efectiva”.